¡Un paso histórico en la 4T! Con valentía, la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo impulsó la Nueva Ley de Aguas. Se acabó el neoliberalismo que la convirtió en mercancía. Ahora es un derecho humano y bien público.
Compañeras y compañeros productores, esta ley los protege a ustedes. Combate el acaparamiento y la corrupción de exgobernadores priístas y panistas, pero defiende al pequeño productor y a la herencia familiar.
¡El agua es un DERECHO, no un privilegio! Esta noche, en el Senado de la República, aprobamos la nueva Ley General de Aguas y la reforma a la Ley de Aguas Nacionales.
Que no nos engañen: esta legislación acaba con el acaparamiento y protege el agua para el consumo humano. Las concesiones legítimas se mantienen, pero el negocio de unos cuantos llegó a su fin.
A partir de ahora, el agua se prioriza para las familias y las comunidades.
Es justicia para Oaxaca y México. ¡El agua es del pueblo!